Quería hacer fotos de los zapatos de la gente saliendo de los vagones del metro … no fue posible.
Un guardia de seguridad se acercó y me dijo que estaba prohibido hacer fotos en el metro.
Decidí entonces apostarme en lo alto de la escalera a la salida de una boca de metro “et voila”.
Luego me trasladé a una plaza de Madrid y sentada en un banco, rematé mi trabajo.