De pura casualidad, descubrí esta maravilla de la naturaleza: una foto de Google me hizo empezar a seguir la pista, hasta que averigüe donde era.
Selva de Irati, sin duda, ha sido el lugar que mas me ha costado fotografiar.
Apareció la pandemia y se acabo ….. al cabo de un año tuve la posibilidad de ir otra vez pero volvieron a confinar Navarra, por lo que otra vez, tendria que esperar.
Llego el ansiado momento.
No quería errar el tiro así que hable con una amiga mía de Pamplona y le pedí me dijera cual era el mejor momento para ir …. espérate una semana, me dijo.
Otra vez a esperar, pero ya estaba cerca.
Por fin, paso la semana, cogí mi equipo y me puse en camino.
Me hubiese gustado llevar un fotógrafo detrás para que hubiese fotografiado mis caras de asombro durante el tiempo que estuve allí.
La explosión de colores verdes, amarillos, naranjas y marrones en pleno Pirineo Navarro, nuca lo había visto igual y además, el Cielo me regalo un Arco Iris y el Primer Premio del III Concurso de Fotografía Turismo Selva de Irati.
Creo que fue un premio a mi paciencia.
Dicen que el otoño es la estación mas bonita del año y la mas melancólica.